Ayer por fin fue la presentación del curso. La clase de la que soy tutora está lleno de chicos muy majos, algunos más vaguetes o más revoltosos pero majos en el fondo.
De momento tengo sólo dos casos que ya sé que me superan por completo:
- el de un alumno que es inteligente, majo y apto para hacer el curso y lo que él quisiera, pero que por problemas familiares, separación de los padres, y demás, lleva tres años sin hacer nada de nada, aunque con él ya han hablado anteriores tutores, orientadores, pts y hasta el director.
- el de un alumno de origen marroquí, nervioso como él solo, incapaz de estarse sentado y quieto, con serias adaptaciones curriculares, procedente de una familia con una madre trabajadora (del padre no se sabe nada) que tiene que dedicar la mayor parte de su tiempo a sacar a sus numerosos hijos adelante y no tiene tiempo para él.
Sinceramente no sé que puedo hacer para ayudarles.
Pero estaré atenta a ver qué se puede hacer.
martes, 9 de septiembre de 2008
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3 comentarios:
Ánimo...
Mucha suerte.
Seguro que a lo largo del año, estos dos cambian
¿No te parece que los mayores problemas vienen de las carencias afectivas?
A muchos "nativos" se les intenta compensar de éstas con excesos materiales, y pierden el norte, no se motivan con ni se esfuerzan por nada pues lo tienen todo
Suerte! :D
Gracias, chicos.
Sí, Rafa, claro que me lo parece.
Creo que pones justo el dedo en la llaga.
Los chicos necesitan mínimo:
comer, dormir, vestirse, hablar de sus asuntos, atención, cariño y que alguien les diga NO cuando tenga que ser NO.
Pero pero todo esto además de dinero lleva mucho tiempo...
Y parece ser que muchos padres no tienen tiempo para sus hijos...
Es una pena...de verdad.
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