domingo, 19 de octubre de 2008

Reclamación



Ayer tuvimos un grupo de amigos y yo una experiencia desagradable en un restaurante.

Al contar el suceso hoy nos preguntan que por qué no pedimos la hoja de reclamación.

La única respuesta es que, aunque me siento molesta y agredida, el tema de la reclamación me resulta espinoso. Me doy cuenta de que no estoy debidamente informada de mis derechos ni de los procesos y que me resulta violento llegar a esos términos.

O quizás tengo miedo a recibir una respuesta como en este chiste del blog Humor de Carlos, que os recomiendo visitar.

Para superar mi miedo a las reclamaciones y estar preparada para la próxima vez, he estado buscando información en Internet y esto es lo que he encontrado:

En la página de reclamaciones de A Comer nos recuerdan que la reclamación es un derecho, nos explican cómo llevarla a cabo, e, incluso, nos comentan algunos derechos del consumidor. Interesante, sobre todo, por la picaresca de los bares y los restaurantes:

- No pueden facilitarte una carta sin precios, o si fuera así, te tendrán que indicar los precios cuando lo solicites.


- Si en la carta pone s.m. (según mercado), el camarero también te tendrá que informar del precio antes de pedir. Se emplea para platos cuyos productos tienen fuertes fluctuaciones de precio en función de su mayor o menor presencia en el mercado.

- No te pueden cobrar los conceptos de carta, cubierto, servicio o reserva. Te puedes negar a pagar la factura si aparecen.

- En cambio, los aperitivos, pan, mantequilla o licores que el camarero te sirva aunque no los pidas también pueden cobrártelos. Si no los tomas y te los cobran, puedes pedir que los eliminen de tu factura.

- Los restaurantes están obligados a facilitarte una factura (a mano o mecánica) perfectamente legible y en donde se especifique los conceptos que te están cargando.

- Es obligatorio que los restaurantes tengan una relación de precios a la vista del público tanto en el interior como en el exterior del local.

La entrada "Los derechos del comensal" del blog La verdad no peca nos presenta los comentarios de distintos expertos y empresarios sobre el servicio en un restaurante en México.

Por último, tenemos en la Escuela del Consumidor de la página Consumer Eroski la tarea Hacer una reclamación por escrito, que podemos utilizar para la clase de lengua.

Está dividida en cuatro pasos:

- Planteamiento de la tarea

- Debes saber que...
:
¿A quién va dirigida?
¿Por qué reclamo?
¿Qué solución pides?
Lo que no debe faltar

- Aprende del ejemplo:
Actividad propuesta
Ejemplo para comparar y estudiar estructura y vocabulario

- En conclusión

Con esta actividad estaríamos trabajando la competencia social y ciudadana y las características del lenguaje jurídico-administrativo.

Espero que os sirva a vosotros también.

3 comentarios:

¡Kiko! dijo...

Lamentablemente, en general, somos demasiado permisivos como consumidores. Solemos pensar que no sirve para nada, que también en muchas ocasiones es verdad. Yo lo que si que llevo a rajatabla es que como tenga una mala experiencia, en un comercio o restaurante, por mala fé del establecimiento no vuelvo. ¡Salud!

Patricia dijo...

Es lo que solemos hacer, no volver y no recomendarlo.
Pero es verdad que si fuéramos capaces de reclamar, no le pasaría al siguiente porque tendrían más cuidado.
O no, porque todos sabemos la de reclamaciones que tienen las compañías de móviles y siguen como si nada...
En fin, nuestro derecho es reclamar... y casi podríamos decir que también nuestro deber...
Pero yo soy la primera pecadora que no lo hace :(

Anónimo dijo...

Hola Patricia;

La cuestión es que además de presentar la reclamación quizá sí debíeramos hacer una recomendación negativa de Oeste Celeste (aprovechando que Internet tiene difusión) ese sitio donde nos trataron tan mal el sábado... y eso que teníamos una reserva para ¿11? personas